Tu mirada de niño que traías arrastrando en los ojos que brillaban. Y yo entrgada totalmente a tu voluntad como hace años no me pasaba. Y la magia en el cuarto de los post-its. Y la electricidad en el aire. Y todo lo inexplicable dibujándose en las alas que, literalmente, encontré en tu espalda. Y aquel idioma que no necesitó palabras. Y los dos en las nubes durmiendo en el suelo. Y tu sonrisa que calló todos los ruidos del mundo. Y el universo con todas las preguntas resueltas en tu abrazo. Y los dos así, como dos piezas de rompecabezas únicas, embonando a la perfección en todos los sentidos. Y ese todo que no me cabe en el cuerpo y qué no sé que es ni cómo se explica. Y el relámpago de tu presencia que me dejó ciega, el que se volverá sonrisa en todos mis recuerdos. Y el destino llevándote lejos demasiado pronto. Y yo aquí, con las manos vacías, pero con las entrañas llenas de tu fugaz presencia. Y sabiendo con ese sexto sentido que la razón se empeña en desmentir, que eres tú la promesa que me trae este verano y que de alguna manera lo que pasó en esa extraña noche de jueves, se convertirá en un pedacito de eternidad.
Y con la certeza de que las palabras no podrían jamás hacerle justicia a lo que pasó aquella noche, lanzo la petición al universo de que si no me queda un final feliz contigo, tan siquiera sí un 'continuará'...
8 comentarios:
Y que me debes un relato sobre tu decisión...
Pues nada, no lo pude ver el fin porque se iba hoy temprano...
Ay hermana, puras historias imposibles contigo.
Lo que tú y yo necesitamos es una buena limpia.
Pero YA.
Yo creo que el ser la otra tiene su encanto, aunque reconozco que muchas veces una se queda con ganas de mas, pero para eso estan los demas...
Digo...
Por cierto ¿Porque ya no puedo entrar a tu otro blog?
Pat: No, este fue otro y está solterito, sólo que no vive aquí... y del blog, quién sabe qué había hecho, pero ya está! :D
Un beso!
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