miércoles, mayo 21, 2008

Resumen.


En todo este tiempo ausente de este blog, he ido a un espectáculo y a dos conciertos, rechacé una oferta muy buena de trabajo por no ir hasta Santa Fé diario, me cambiaron de grupo acá en la Walter y estoy recontenta, he hecho corajes por las pendejas de cuentas, fui a mi primera filmación, me di cuenta que la gente acomplejada tiene vidas bien tristes, he estado más de buenas y menos de malas, he ido hartas veces al cine y me sorprendí de que la película que más me gustara de todas las que vi haya sido Meteoro, he visto como mil veces las fotos del cumpleaños de mi sobrinito y me di cuenta que lo extraño un chingo, he comido de más, he ido de compras más de lo que debería y comprado más ropa que ya no me cabe en el clóset, después de un larguísimo tour conseguí el vestido pa' la boda del próximo sábado, entré en conflictos existenciales, subí fotos nuevas al facebook, me aventé toda la primera temporada del Dr. House y lo más importante:
Me voy a la playita mañana!!!!

Una disculpa por el inmiscericorde abandono de este su blog de confianza.
No volverá a suceder.

jueves, mayo 08, 2008

Quiero, quiero, quiero...



Quiero una casa de paredes viejas con algunas grietas superficiales, pintadas de beige o color durazno. Quiero que sea una casa grande y vieja donde existan cuartos secretos y rincones que huelan un poco a humedad por si un día se me ocurre llorar en secreto. Quiero un piso de duela que suene cuando camines y puertas de madera que rechinen al abrirse y cerrarse. Quiero un baño con una ventana donde entre mucha luz y una tina de metal donde pueda jugar con el agua. Quiero una cama tubular enorme de sábanas y almohadas blancas donde sueñe con veranos junto al mar. Quiero una casa con muchas ventanas de marcos de madera despintados y cortinas que vuelen y bailen cuando entre el aire. Quiero una sala de sillones que no hagan juego y una mesa de centro llena de libros viejos. Quiero un balcón con una silla muy cómoda y un caballete donde pueda sentarme a pintar todos los atardeceres. Quiero un jardín con flores de todo tipo y con ramas viejas donde pueda jugar un gato gris. Quiero vivir en una ciudad donde todavía existan calles con muchas historias y donde en las banquetas las piedritas suenen con cada paso que das, por si algún día me canso y me da la gana arrastrar los pies. Quiero una vida tranquila y pocos pero buenos amigos que disfruten tanto de las palabras como de los silencios. Quiero una terraza con bancas de madera para tomarme una copa de vino mientras oigo el ruido del viento que juega con los árboles frutales que estarán del otro lado del jardín. Quiero muchos sueños y vestidos con faldas amplias, de todos colores. Quiero mucho sol y algo de lluvia, charcos, olor a tierra mojada. Noches donde se oigan grillos y el rechinar de las ramas. Quiero paseos por parques y a la orilla de un lago, siempre de la mano de un alguien que me haga sentir segura.

No quiero prisas, ni tiempos, ni caducidades. No quiero celulares ni messenger ni distancias tan largas como para no poder ir caminando. No quiero horas de tráfico ni ruidos de cláxon ni ir respirando el humo del micro de adelante. No quiero no tener tiempo, no quiero que todas mis letras nazcan en una pantalla mal calibrada. Quiero vida, de la de a de veras, de la que se escribe todavía con tinta negra o azul.

Voy a empezar a jugar Melate.

viernes, mayo 02, 2008

El otro día me espantó un emo.


Hace como un mes estaba yo en una copia de trabajo bien aburrida y para entretenerme me salí un rato al pasillo donde tenían una pecerota con varias tortugas. Ahí andaba yo dándoles de comer cuando pasa un emo, vestido tan raro que parecía anime. Yo la verdad no le hice caso pero vi que se quedó parado atrás de mi, viéndome. Como cinco minutos después, ahí seguía, así nomás parado sin hacer ni decir nada; tons yo ps le sonreí a ver si así se iba porque me estaba poniendo un poco nerviosa. Me sonrió de vuelta y se fue. Cinco minutos después regresó y se quedó ahí otra vez y se volvió a ir. Ya habían pasado como 15 minutos cuando lo vi regresar, entonces me dijo hola soy nomeacuerdoquién y me besó la mano y me dijo 'gracias por iluminarme el día' y se dió la media vuelta y se fue y ahora sí no regresó.

Yo me quedé ahí sacadísima de onda con las tortugas y luego pensé que a lo mejor ya no me iba a ir al infierno porque evité que ese día se suicidara un emo.