El otro día de regreso de la chamba, el tráfico nos desvió y el camino alternativo hizo que pasáramos junto al Café. Sí, aquel cafecito en la Roma que olía a cigarro, a espuma de capuchinos y a limpiador de pisos; en donde en las paredes beige habían pintado murales y poemas; ese mismo Café en donde la luz solía ser muy suavecita y la música de fondo cantaba de unicornios y de recuerdos de infancia, ese mismísimo Café que se prestaba para presenciar milagros e inventar abrazos e historias que parecían salidas de un libro de cuentos de García Márquez... Y yo, al pasar enfrente, busqué con la mirada esas jardineras donde se despertó el mundo y cuál va siendo mi sorpresa al ver que ya no había murales ni poemas ni unicornios y mucho menos historias con olor a limpiador de pisos y a granos de café mezcla de la casa... porque ese Café resultó ya no ser café, alguien insensible y malvado le había pintado las paredes beige de blanco, así nomás de puro blanco, y le había puesto de esas luces frías y feas y había sustituído al mesero más guapo del mundo por alguien que sólo era un alguien, y dejó de vender café para vender tortas y refrescos y aguas de jamaica...
Mientras el coche seguía andando, me cayeron de repente ocho años encima.
Y sí que pesan.
7 comentarios:
Odio que eso pase... Pero sin duda siempre deseamos ver el futuro... Cuando estamos ahí queremos regresar... ¿Quien nos entiende? Saludos Andy!
Pero hay etapas que deberían o de pasarse meas lento o de durar para siempre, no crees??
Un beso!
Cómo estás?
Dejo huella de mi paso por este sitio.
Saludos!
bueno, suele pasar. por ejemplo el párking donde mi madre aparacaba siempre el coche y que lo llevaban dos personas gallegas muy amables y q estaba justo al lado de casa, ahora es un supermercado!! Y jode, porque nos toca aparcar el coche en otro párking q está más lejos y encima cuesta mucho más dinero.
El mítico párking del q ahora sólo quedan recuerdos, cuandos somos pequeños queremos crecer, y cuando somos adultos no hacemos otra cosa que remover el pasado. q le vamos a hacer, los humanos tenemos esos sentimientos.
por cierto muy chulo tu blog, me gusta, un saludo desde Barcelona, ciao ciao!!
Desde el pacífico: Yo también acabo de dejar huella en tu blog. Espero que no sea la única vez que te vea por aqui!!!
Trueno: Es bien raro cuando se van los lugares donde tenías tantos recuerdos...
Oye, qué emoción que me visitas desde tan lejos!!... A ti también espero verte seguido por aquí, eh??
Saludos!!!
A mis casi 30 me cayeron igual algunos anios este fin, no de la manera romantica como a ti. Y si, pesan un chingo. Pero te das cuenta de... de puras pendejadas la verdad.
Andrea, me verás mucho por aquí, eso está asegurado, saludos!
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