domingo, octubre 25, 2009

Bye, bye, Miss American Pie...



Llevo 28 años dejando recuerdos regados por esta ciudad a la cual me llevo tatuada en el alma. He dejado pedacitos del corazón en incontables esquinas, restaurantes, banquetas, bares, centros comerciales, rincones, parques... Y ahora que me tengo que empezar a despedir (al menos por un tiempo), esos recuerdos se sienten más fuertes que nunca. Aquí lloré, reí, me carcajée, amé, olvidé, me perdí, pero sobretodo, viví...

Extrañaré mi casa y sus árboles y su banqueta, mi cama, mi jardín y la puerta, la paletería de la esquina y mi regadera. Extrañaré el Parque Hundido, el Mi Gusto es, las quecas de aquí a dos cuadras y los tacos de Los Parados. Extrañaré Galerías Insurgentes y el Cinemex Manacar con el recuerdo intacto de mi primera cita, y por supuesto extrañaré la Colonia Roma y su magia y sus cafés y sus moteles y mi ex-oficina, incluídos los latidos extras al pasar enfrente de donde dejé aquel amor único y equivocado hace ya tanto tiempo. Extrañaré la casa en la calle de Baltimore y el cuarto de los post-its donde me deslumbró aquel efímero relámpago, y el Carlos & Charlie's donde me dejaban bailar en las mesas en mi adolescencia, y la Colonia Florida donde pasé mi infancia enfundada en un uniforme azul marino, y bueno, creo que ni tengo que mencionar cuánto extrañaré a mi familia hermosa y a todos mis pocos amigos...

Pero lo que sí estoy segura, es que no voy a extrañar nada esa esquina de insurgentes donde lloré por horas sola a media noche, ni aquel antrucho donde el vacío era tan grande que lo único que me quedaba era confiar en el futuro incierto. No extrañaré nada del año pasado porque estaba muerta, y por eso también es que me voy, porque aunque este 2009 ha sido todo increíble, me sirvió para darme cuenta que aquí no está lo que busco, al menos no por ahora.

Así que deséenme suerte, que me voy a conocer otras banquetas y a descubrir nuevos rincones pa' contarles mis secretos, ahora en inglés.